martes, 30 de agosto de 2011

Triste o buena, de Mario Benedetti

Amar sin nadie vaya cosa triste
sin nada que abrazar
ni Eva que nos abrace

Buscar en la memoria de la piel
la boca la cintura la lujuria ganada
las suaves nalgas tibias
y sólo hallar respuestas de fantasmas

Los desaparecidos no aparecen
las voces de los árboles se apagan
quedan escombros de caricias
y con pudor nos preguntamos
¿por qué decimos tantas veces corazón?
¿será el único amigo que nos queda?
¿o será el refugio de los que queremos?

Amar con alguien vaya cosa buena.


domingo, 14 de agosto de 2011

Mi propia caja de Pandora

 

Acabando mis días de letargo obligado, me he podido dar cuenta de que cada mujer guarda su propia caja de Pandora. A veces se abre fácilmente y otras necesita de claves indescifrables, con cientos de candados y todo tipo de guardianes protegiéndola. Casi siempre guarda los peores males de la esencia femenina, ademas también su mayor virtud, me arriesgo a obligarme a creer que pueden ser varias.

En mi propia caja de Pandora, se esconden mis peores temores, mis males, mis defectos, mis espinas, mis locuras, mis pecados, mis angustias, mis desenfrenos, mis debilidades, mis conflictos, mis batallas, una que otra guerra perdida, junto con un par de lagrimas recogidas; pero también se encuentran por allí en el fondo mi dulzura, mi confianza, mi sinceridad, mis rocas, mis rosas, mis ganas de cambiar el mundo, mi utopía, mi confianza, mi Fe, mis recuerdos, mi ternura que se escapa por las rendijas cada vez que quiere, el brillo de mis ojos que iluminan sendas y mi sonrisa que tiene llave propia para entrar y salir.

Visitas inesperadas ha tenido mi caja de Pandora y últimamente he recibido varios llamados de atención, por las murallas levantadas, una que otra etiqueta por antipática, idiota, corta rostros, y demás adjetivos calificativos unas veces en buenos términos y otros en las peores condiciones.

Sin embargo no claudico, esa es mi complicación y ese es el riesgo, con sentencia de muerte casi segura. Que pena pero yo decido cuando bajar y subir las murallas, cuando entregar las claves en codigos binarios y las llaves a los 1001 candados y cuando calmar a los dragones.

Pero la verdad es que existe una muy interesante reacción a las acciones, cuando mi caja de Pandora es abierta siempre esta llena de luz, no existe oscuridad y se puede escoger entre tomar lentamente cada uno de sus venenos, porque siempre existe el antídoto adecuado, pero para encontrarlo es otro lio, tal vez igual de difícil que abrir la famosa caja, pero como dicen por allí la esperanza es lo ultimo que se pierde y ella también se oculta en mi caja de Pandora.



lunes, 1 de agosto de 2011

La Plumita de Forrest Gump

Forrest Gump Opening Scene

Hoy una gran amiga como haciéndole honor a su nombre angelical, me recordó esta película, que nos ha tocado el corazón a mas de uno, a mi me tocó el corazón, tanto que me senté a escribir.

Me la he visto mas de 8 veces; puedo decir que río y lloro con cada escena que surge, su trama siempre me envuelve y su final siempre me deja deseando ver mas allá. 

Al comienzo muestran una pluma, que va con el viento en un va y ven, sin fin, hasta que la encuentra este personaje tan especial Forrest Gump, con su sencillez y su inocencia.  Me pareció que lo vi reflejado en esa plumita indefensa y frágil que logró ir cursando su cielo sin detenerse por ninguna tempestad.

Esta noche tengo la sensación de ser como esa pluma... que el viento lleva, como en olas invisibles, que van formando el mar de mi vida, a veces va acariciada, otras veces va golpeada, otras veces atesorada, pero que sigue surcando caminos, que por ahora no tengo ni la menor idea de a donde irán.

Y en especial esta noche que la pluma de mi destino esta temblorosa, pero trata de seguir intacta, puedo decir que no me arrepiento de nada, que volvería a tomar las mismas decisiones, pero esta vez mas pausadas con mas calma, quizás le pondría a mi pluma mas ternura y menos orgullo. Trataría de tener la sabiduría que aun no tengo, y aunque pasen años antes de empezar a tener esa sabiduría y paciencia, estoy convencida de que tal vez allí pueda pilotear mi pluma con un bitácora basada en experiencia escrita con lagrimas y risas.

Conozco otra plumita que sabe de maniobras riesgosas y peripecias en vuelos, que deseo que encuentre lo mejor del viento, que la acaricien y que la atesoren como se merece, pero que no se deje guiar por tempestades, que no apague su brillo por la bruma, ni por la lluvia, que siga firme que llegara muy alto, muy lejos mas allá del puente hacia el infinito del que un día le hable.

También recuerdo un vuelo que empezó hace tres anos, era hermoso muy tranquilo, las plumas iban y venían juntas jugaban al compás de un viento que los unía más y más, lastimosamente el tiempo paso, no hubo buen clima para los pilotos, se perdieron el uno al otro en diferentes ciclos y espacios, o tal vez solo les falto combustible, y sus plumas acabaron buscando rumbos nuevos, vientos al este y al oeste.

Fuerza pilotos... tal vez en otro lugar en otro tiempo, o en otra vida se vuelvan a encontrar, o quien sabe que lo que viene será mejor que lo que conocían, solo viviendo y sintiendo lo sabrán.

Cuando el libro se cierre para guardar las plumas, caminen, escuchen con animo cuando les griten corre Forrest corre, y luego allí empiecen a volar.