martes, 4 de febrero de 2014

Carta para el Amor

Hola Amor,

Estaba por escribirte, porque necesitaba preguntarte si ya nos conocemos o estoy por conocerte. Porque la verdad es que estoy muy ansiosa y necesito saber si te he puesto el rostro equivocado, en el corazón errado.

Desde mi imperfecta complejidad te idealicé u olvide decirte que te quiero, pero no puedo esperarte, sigo volando, pero te quiero.

Hoy es noche de luna, seguramente estamos bajo el mismo cielo pero me quedo con la mano extendida. Estoy velando tu ausencia.

Me viste?

La que tiene los ojos grandes, la sonrisa fácil, envuelta de alegría o de tristeza pero sonriendo, y el corazón… bueno no entrare en detalles, solo diré que tiene vida propia, actúa por convicción, no conoce de razón. Ya conocerás a ese extraño alienígena, que se cree único en el planeta.

Planeta, será que eres de otro planeta y por eso no hemos podido encontrarnos. A cuantos años luz, o distintas galaxias estamos o nos separamos.

Preparo mi nave, tal vez mis alas no soporten el viaje.

Vuelo.

Aterrizo.

Sueño.

Despierto.

Mejor me siento al filo de la cama, quizás, en otro tiempo y espacio ya es de día, porque dormí envuelta en ti y eso me hizo descansar.

Está bien, es mucha locura, es que la telepatía a veces se interrumpe y la señal se corta, mejor me despido simple con clave morse, con un beso o mejor dos.

Hasta pronto Amor.

Pd. Y porque me encanta, y porque me siento, “Jodida y Radiante…”   Viceversa a lo Benedetti, seguramente me entiendes.

Maria Mercedes
Tengo miedo de verte 

necesidad de verte 

esperanza de verte 

desazones de verte 



tengo ganas de hallarte 

preocupación de hallarte 

certidumbre de hallarte 

pobres dudas de hallarte 

tengo urgencia de oírte 

alegría de oírte 

buena suerte de oírte 

y temores de oírte 

o sea 

resumiendo 

estoy jodido 

y radiante 
quizá más lo primero 
que lo segundo 
y también 
viceversa.