domingo, 18 de noviembre de 2012

De este lado.

De este lado del planeta, existe una persona enumerada como el punto 9'789.627 según dicen del sexo femenino, que solo por nacer con vagina es parte de su primer estigma impuesto por la sociedad.
De este lado de un joven continente que llaman América, a esta persona, de sexo femenino, la denominan mujer latina. 
De este lado del país, que le dicen Ecuador y a veces llaman paraíso, situado en la mitad del mundo, vive esta mujer latina y es una ecuatoriana, con el estigma de ser mujer, de ser latina, de ser pobre, y de tener un corazón parchado.
De este lado de la ciudad, que nombraron alguna vez Santiago de Guayaquil, escribe esta mujer latina, que nació en tierra caliente guayaquilena, que es agridulce, que piensa en voz alta, que triunfa de a poco, que es exigente, de corazón fuerte y esta orgullosa de ser esa mujer con estigmas de todo tipo.
De este lado de su mundo, esta mujer tiene sueños nuevos y sueños viejos, algunos rotos y otros sin construir, ella quiere vivir, aunque se ha muerto un poco buscando vida.
De este lado de la pantalla, están unos ojos negros, con fondo rojo, que vacían esta noche la tormenta de varios corazones rotos, un par de bolsillos vacíos y un alma acongojada. Pero con el orgullo intacto y con la fuerza oculta para seguir construyendo, que importa si son castillos en el aire. 
De este lado de la nada, están esos ojos negros, que muestran una ventana abierta hacia adentro, donde se esconde una variante de aquella mujer.
De este lado de la ventana, que esta del otro lado de su mundo, esta esa nueva mujer, sin estigmas, con un cerebro conectado al corazón y esta sentada en una mesa, con una vela blanca encendida, esta muy oscuro afuera y ella no quiere salir.
De este lado de la mesa, esta puesto un jarrón con unas pocas margaritas vivas, y cientos de deshojadas margaritas que murieron en el cansancio de decir no, y sus pétalos caen en su cementerio del basurero.
De este lado del cementerio de las margaritas, esta una mochila, que tiene un par de libros, un rosario hecho de pétalos,  un mapa y un cuchillo, a veces la variante de aquella mujer, los toma, los pone en sus manos, sabe que hacer.
De este lado de las decisiones, esta una próxima cacería, si sobrevive la mujer de afuera de la ventana o su variante de adentro.
De este lado de la cacería, las mujeres intercambian lugares, puede que tenga mas sentido que morir en el intento de seguir.
De este lado de la vida aún no hay camino, solo piedras, y una gran pista, que la atrapa fuerte cuando esa mujer quiere salir volando por la ventana y se da un aterrizaje forzoso antes de tiempo.
De este lado de las letras no hay mujer, no hay variante de mujer, solo están las ganas de seguir para bien o para mal pero seguir, quien sabe que pasará después de hoy.