martes, 22 de julio de 2014

Mil metros y un poco más.


Quiero llegar cansada,

Colgar el saco y quitarme el pantalón.

Quedarme en bragas,

Libre.

Buscarte, encontrarte,

Mirarte y  escucharte,

Volverte a mirar,

Flechada,

Centrada en tus ojos.

Eres mi energía,

Mi energía es tuya,

Siempre lo fue.

Y escucho tu música,

Vibra a distancia,

Sin tocarme;

Y empiezo a bailar,

No puedo parar de bailar,

Bailo para ti.

Tengo que hacerte sonreír,

Solo quiero verte reír,

Riendo contigo.

Abro los brazos,

Simulando abrazos,

Dando vueltas.

Salto una vez,

Salto dos veces,

Y mientras busco saltar una tercera,

Me encuentro saltando contigo,

A mil metros sobre el suelo,

Bailando en el aire.

Vamos.

Llévame a la luna en la noche,

Que en el día me cansó la tierra,

Quiero descansar contigo,

Envuelta en tus alas,

No me sueltes mientras aprendo a volar.

Aterrice.

No estás.

Sigo bailándole al espejo.

Cuando te conozca solo preguntare,

Quieres bailar conmigo?

Y te advertiré que aun no aprendo a bailar.

Mi vida, bailemos la vida.

Pero mientras, te espero.

Siempre te espero.

No tienes idea.

Será…

Será divertido.

Saltando y bailando a mil metros y un poco más, sobre el suelo.

 

 

 
 

 

 


 

 

 

jueves, 10 de julio de 2014

Susurros del Corazón

Tengo el susurro de Benedetti hablándome al oído: "Tengo una soledad tan concurrida que puedo organizarla como una procesión, por colores, tamaños y promesas por época por tacto y por sabor.

Maestro Benedetti, tengo esa soledad recorriéndome las venas y enfriándome el alma, trayéndome recuerdos, creando conspiraciones, buscando culpables para lanzar mis errores al vacío y perderlos de una vez.

Tengo el susurro de mis padres amándome sin condición, y soportando mis vueltas en la montaña rusa de la vida. Y con mis continuos desvaríos me aferro a esos susurros para vivir.

Tengo el susurro de buenos amigos, ovacionando mis virtudes y exaltando mi casi perfección. Si supieran los tropezones que me cargo a cuestas. Algunos lo saben, me quieren con todo en el saco. Esos susurros me cargan cuando estoy cansada.

Tengo el susurro de falsos amores rondándome, recitándome de memoria, el falso cortejo carnal, tan básico, que se hace esporádico, simple, banal. Me declaré sorda hace un par de meses y se silenciaron en coro.

Tengo susurros del corazón, constantes, impacientes, acelerados, con ese desenfreno que solo se cubre con un poquito de mis miedos.

Tengo susurros de la razón poniéndome una señalética de posibilidades, con caminos, con luces lejanas parpadeándome, para encontrar esas ideas que me ayuden a ayudar, cambiándome yo, cambio la historia.

Pero y mis susurros van y vienen en su estilo agudo y dulzón, listos para recitar para cuando los quieran escuchar.
Susurrando.

Rostro de vos - Poemas de Mario Benedetti

Tengo una soledad 
tan concurrida 


tan llena de nostalgias 
y de rostros de vos 
de adioses hace tiempo 
y besos bienvenidos 
de primeras de cambio 
y de último vagón. 

Tengo una soledad 
tan concurrida 
que puedo organizarla 
como una procesión 
por colores 
tamaños 
y promesas 
por época 
por tacto 
y por sabor. 

Sin temblor de más 
me abrazo a tus ausencias 
que asisten y me asisten 
con mi rostro de vos. 

Estoy lleno de sombras 
de noches y deseos 
de risas y de alguna 
maldición. 

Mis huéspedes concurren 
concurren como sueños 
con sus rencores nuevos 
su falta de candor 
yo les pongo una escoba 
tras la puerta 
porque quiero estar solo 
con mi rostro de vos. 

Pero el rostro de vos 
mira a otra parte 
con sus ojos de amor 
que ya no aman 
como víveres 
que buscan su hambre 
miran y miran 
y apagan mi jornada. 

Las paredes se van 
queda la noche 
las nostalgias se van 
no queda nada. 

Ya mi rostro de vos 
cierra los ojos 
y es una soledad
tan desolada..


"Rostros de Vos" Mario Benedetti - El Lado Oscuro del Corazón