domingo, 18 de noviembre de 2012

De este lado.

De este lado del planeta, existe una persona enumerada como el punto 9'789.627 según dicen del sexo femenino, que solo por nacer con vagina es parte de su primer estigma impuesto por la sociedad.
De este lado de un joven continente que llaman América, a esta persona, de sexo femenino, la denominan mujer latina. 
De este lado del país, que le dicen Ecuador y a veces llaman paraíso, situado en la mitad del mundo, vive esta mujer latina y es una ecuatoriana, con el estigma de ser mujer, de ser latina, de ser pobre, y de tener un corazón parchado.
De este lado de la ciudad, que nombraron alguna vez Santiago de Guayaquil, escribe esta mujer latina, que nació en tierra caliente guayaquilena, que es agridulce, que piensa en voz alta, que triunfa de a poco, que es exigente, de corazón fuerte y esta orgullosa de ser esa mujer con estigmas de todo tipo.
De este lado de su mundo, esta mujer tiene sueños nuevos y sueños viejos, algunos rotos y otros sin construir, ella quiere vivir, aunque se ha muerto un poco buscando vida.
De este lado de la pantalla, están unos ojos negros, con fondo rojo, que vacían esta noche la tormenta de varios corazones rotos, un par de bolsillos vacíos y un alma acongojada. Pero con el orgullo intacto y con la fuerza oculta para seguir construyendo, que importa si son castillos en el aire. 
De este lado de la nada, están esos ojos negros, que muestran una ventana abierta hacia adentro, donde se esconde una variante de aquella mujer.
De este lado de la ventana, que esta del otro lado de su mundo, esta esa nueva mujer, sin estigmas, con un cerebro conectado al corazón y esta sentada en una mesa, con una vela blanca encendida, esta muy oscuro afuera y ella no quiere salir.
De este lado de la mesa, esta puesto un jarrón con unas pocas margaritas vivas, y cientos de deshojadas margaritas que murieron en el cansancio de decir no, y sus pétalos caen en su cementerio del basurero.
De este lado del cementerio de las margaritas, esta una mochila, que tiene un par de libros, un rosario hecho de pétalos,  un mapa y un cuchillo, a veces la variante de aquella mujer, los toma, los pone en sus manos, sabe que hacer.
De este lado de las decisiones, esta una próxima cacería, si sobrevive la mujer de afuera de la ventana o su variante de adentro.
De este lado de la cacería, las mujeres intercambian lugares, puede que tenga mas sentido que morir en el intento de seguir.
De este lado de la vida aún no hay camino, solo piedras, y una gran pista, que la atrapa fuerte cuando esa mujer quiere salir volando por la ventana y se da un aterrizaje forzoso antes de tiempo.
De este lado de las letras no hay mujer, no hay variante de mujer, solo están las ganas de seguir para bien o para mal pero seguir, quien sabe que pasará después de hoy.



sábado, 20 de octubre de 2012

Esos ojos, la luz de mis días


Aquellos ojos claros son de un tiempo diferente. 
Esos ojos que son los mismos de siempre.
Esos ojos tiernos, esos ojos buenos. Así son los ojos de mi madre.
Esos son los ojos que saben hablar, reír y llorar.
Esos ojos que me miran con alegría y con enojo. Depende.
Esos ojos que pueden mirarme toda sin siquiera verme. Me cuidan sin mirar el reloj y sin preguntar.
Esos son los ojos que tienen una luz siempre prendida para iluminar mis días sin calendario. Son los ojos que siempre quiero mirar. Saben mis secretos de colores y mis secretos más oscuros.
Esos son los ojos que me enseñaron a sonreír.
Esos son los ojos que quisiera algún día llegar a tener, y aunque pasen mil años no voy a llegar a igualar.


A mi Mami, mi Mamina, mi Mita, mi Mamayi, Mi Ferminita, por siempre estar, por tanto tanto amor, por ser mi mejor amiga de ahora de siempre y porque algún día te cumplo París.

Tu Hija que te Ama.

Mechita.

domingo, 14 de octubre de 2012

Corazones vs Razones


Corazón nuevo, Razón nueva
Corazón valiente
Razón cobarde

Corazón cobarde
Razón valiente

Corazón loco
Razón Cuerda

Corazón insensato
Razón seria

Corazón blando
Razón dura

Corazón de hierro, razón inquebrantable, tristeza insuperable.

Corazón en cenizas
Razón en construcción

Corazón viejo, Razón sabia.

Batallas del corazón las pierde cientos de veces la razón. Una guerra que gana la sin razón.

Muerte al corazón, larga vida a la razón.

Todo corazón sin nada de razón, mala combinación.

En el juego del amor le apuesto todo al corazón, loca ingenuidad, ya casi no me queda corazón, me juego siempre los pedazos en retazos y me sigue sobrando la razón. 



“RECORDAR: Del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón.” Eduardo Galeano



miércoles, 12 de septiembre de 2012

Con ella.



Entre este mi camino del alfa y el omega de la vida, me he detenido en el tiempo y me despojo de todo lo que me cubre y me quedo mirando frente a frente con mi alma. Ella esta descubierta y va sin prisa, con calma y me quiero tomar el tiempo para recorrerla sin freno.

Ella ha decidido ignorarme y yo trato de caminar a su lado, es difícil pues yo voy pedestre enraizada al suelo y ella va etérea con el viento.

Ella va en silencio y yo voy hablando mucho, es que tengo cientos de preguntas sin contestar y no puedo esperar a que empiece a descifrarlas. Un ¿por qué?, varios tal vez, tres o cuatro quizás  son parte del sin fin de mis interrogantes.

Pero ella sigue elevándose entre la luz, y yo solo veo bruma, le pido que me espere y se detiene, ella luego se envuelve en claridad  y yo me arropo en tinieblas.

Ella sigue su camino pero yo quiero imitar el suyo, logro dar rápidos y torpes pasos, pero quiero ir volando con ella. No puedo.

Se detiene, me mira con ternura, se sonríe, me ilumina y yo la miro de frente, acusadora, altiva y orgullosa tratando de esconderme en alguna sombra.

Mi alma me dice que es libre y yo le digo que estoy presa. Ella se ríe, yo me enojo. Ella me ve inocente y se sonroja, yo la veo culpable y me enciendo. Cada una ve el reflejo de la otra, pero ella no entiende el mío y yo menos el de ella.

Ella quiere seguir su vuelo pero yo la necesito conmigo, le he pedido que se quede. Se detiene suevamente, pero  la sujeto con el ímpetu y el desdén de una condenada, me dispongo con todas mis fuerzas a secuestrarla. Estoy lista para una batalla campal y ella solo suspira me extiende su mano, para  luego en un susurro decirme al oído que no es necesaria la guerra. Ella me dice que es parte de mi, me cuenta que la vida se lleva mejor con calma, que no vale la pena ir de prisa, que la vida es complicada, es espinosa, es pesada, pero que debo aligerar las cargas, que las penas se sueltan y las sonrisas se agarran, que seguiré teniendo siempre más preguntas que respuestas, pero las tengo que ir aprendiendo mientras vuelo, por eso no debo olvidar como volar. La pista siempre estará lista para despegar, y a veces los aterrizajes serán forzosos pero siempre abran nuevos vuelos que planear, al son de un sol rojo o de una luna azulada. 

Cuantas ganas tengo de volar.

He podido encerrarme  con ella, en una burbuja de cristal para estar solas,  quiero conocerla, quiero entenderla quiero fundirme en un abrazo con ella, lo logré, lo logra, lo logramos. Ella quiere jugar, yo también, ella quiere reír, yo también, ella se ha dispuesto a volar y yo también.

Firmamos las dos con una sonrisa, la misma de siempre.

viernes, 10 de agosto de 2012

Mi silencio

Mi silencio tiene oscuridad.
Mi silencio tiene los ojos color del tiempo sin tiempo.
Mi silencio camina lento.
Mi silencio es libre, viene y va como el viento.
Mi silencio sabe callar y sabe gritar.
Mi silencio a veces pone a la vida a silbar bajito.
Mi silencio enciende y también apaga.

Mi silencio ama
Mi silencio odia.

Hoy me guardo en mi silencio, con la voz cansada, la garganta quebrantada.
Hoy en silencio enciendo una vela, ella escucha lo que siento y entiende mi silencio.


"Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen silencio ni pueden tenerlo..." Galeano

martes, 17 de julio de 2012

Si yo fuera un colibrí - Fragmentos de VITOVE 1945 - Capitulo 1

Victoriano y Mercedes
Hace mucho tiempo encontré una pequeña libreta que pertenecía al Dr. Miguel Victoriano Toledo Velez +, mi abuelito, el papá de mi papá. Eran fragmentos de VITOVE, que al parecer era su seudónimo al escribir. 
Estaban en una pequeña biblioteca, olvidados y fue lo único que tome cuando el falleció. 
Llamaron mi atención por ser escritos a mano y a lápiz, con trazos firmes, plasmados con una hermosa letra, que ni el tiempo pudo borrar. Son una selección de pensamientos, pequeños detalles de libros que leyó en esos años, pero también encontré un par de hojas sueltas a maquina de escribir con poesía firmada por el, y una copia escrita a mano de una carta de despedida de un antiguo amor. Las Fechas dicen 1945-1946.

Quiero pensar que el poema que voy escribir a continuación se lo dedicó al amor de su vida, Doña Mercedes Florencia Lituma +, mi abuelita. El quedó viudo muy joven, pero jamas se volvió a casar, siempre he creído que vivió enamorado de su recuerdo y se abrazó de este, hasta el día de su muerte. De esas historias de amores de antes, de siempre, que ahora bailan un vals en el firmamento. 



De fondo mientras escribo, toca una de las canciones que tanto le gustaban a mi abuelito Victoriano, (Sendas Distintas - Julio Jaramillo) porque aún se siente a veces su recuerdo, con ese hablar fuerte y pausado con acento de sierra, blancos cabellos sabios, cascarrabias con la dureza del alfa y el omega de la vida, y con destellos de ternura, que se mezclan con el aroma de Tabaco y Old Parr.

Abuelito no te enojes por publicar tus sentimientos mas íntimos, lo hago con mucho respeto y admiración, así lo hace tu primera nieta, aquella a que le pusieron el nombre de tu amada esposa y que le regalabas esas
muñecas de trapo que a veces añora.

                                                                                                   

Si yo fuera un colibrí.

"Si yo fuera un colibrí, 
desde el Puyango volara
y en tu ventana me hospedara
como invitado a tu santo.
Los cristales golpeara,
que me abras te diría 
y de rodillas pediría 
que me escondas con tu manto.


Si yo fuera un colibrí,
de los jardines cogiera
una flor de primavera 
para tu pecho perfumar.
Y de mis plumas brillantes 
un cofrecito tejiera 
para cuando me muera 
en él me vayas a enterrar.


Si yo fuera un colibrí, 
al comenzar la danza 
sería mi alabanza
la que escuches primero.
Mi predilecta serías 
vivándote siempre pasara
y sin que nadie notara
te diría que más te quiero.


Si yo fuera un colibrí,
de tus labios el vino quitara 
y las copas escanciara
para saber tus secretos.
Si al dormirme te sueño 
al otro dia te diría 
con insistencia y porfía 
soy tu esclavo y soy tu dueño.


Si yo fuera un colibrí,
del sillonsito vecino
con maña y con tino 
me saltara a contemplar
de tu cuerpo la hermosura
ante el día que amanece 
como un botón que florece
en la alcoba a reflejar.


Si yo fuera un colibrí, 
despacito me acercara 
rica miel depositara en tu
boquita en flor.
Y en tu oído suspirando
te rogara que me escuches
una queja si permites 
que soy huérfano de amor.


Si yo fuera un colibri, 
en tu seno me sentara
y llorando te lo contara
la triste soledad mía.
Que me escuches pidiera
con una sonrisa tuya
que mi vida no concluya
viviendo en tu compañía.


Si yo fuera un colibrí, 
a tu lado me durmiera 
y de ahí no me moviera.
Si me cogieras soñando
soy tu esclavo te diría 
hágase tu voluntad
acaríciame por piedad
que mucho te estoy amando.


Si yo fuera un colibrí,
entre cobijas me escondiera
para en la noche postrera
quedarme siempre a tu lado.
Por amarte me desvelo
eres la flor de mi vida
eres la ilusión querida
que me tiene obsesionado.


Si yo fuera un colibrí,
me entregara prisionero
en rejas de amor primero,
nunca pensara 
en volver a mi nido
ni alas, ni flores
no importa vivir cautivo
al Puyango de mis dolores
donde añorándote vivo."


VITOVE/.




Puyango: Bosque Petrificado, situado en Loja - Ecuador http://www.bosquepuyango.ec/es/











domingo, 1 de julio de 2012

La paciencia de la araña

Un caminante que se pregunta, quien pudiera tener la paciencia de la araña para tejer sin parar y volver a empezar al terminar.


Esa paciencia de la araña que hace realidad su pasión en una telaraña. Aquella paciencia sin tiempo, pero con sentido infinito en una mirada fija al mañana.


Bendita paciencia la de la araña, que va de la mano con su arte incomprendido, la razón del porque es un placer su tejido, que dolor su tortura, y que grande su fortuna al esperar con somera tranquilidad.


Es relativo el desgaste de energía al tejer su telaraña, bien pueda sentarse a tejer la araña, mientras espera su recompensa del mañana, porque no hay tiempo, no hay prisa, solo hay pura paciencia  y a ella le sobra.

La paciencia de la araña, es un efímero trabajo para ojos vacíos, tan valioso para miradas que buscan respuestas, paciencia que a veces permite vivir el día sin pensar en el mañana, paciencia que logra tener sentido cuando se llega a la meta, esa paciencia de la araña que pocas veces sobra y muchas veces falta.

La paciencia de la araña cuando observa a su presa, atrapada en un limbo de telarañas, sin tiempo ni relojes, buscando encontrar esa paciencia de la araña, para poder escapar del sin sentido, sin rendirse a su destino, sin saber que al desespero se agarra fuertemente a su prisión. Si la presa tuviera la paciencia de la araña podría escapar de la intranquilidad, pero esta destinada a su fatalidad.

Aquel caminante que busca encontrar la paciencia de la araña, con la vida de cabeza y las respuestas borrosas, se sienta en la vereda del camino a aprender a tejer, porque a veces es tiempo de dejar de añorar, otras veces es tiempo de sentir y otras veces es tiempo de desear, pero siempre es un buen tiempo para empezar a buscar un sendero ir y venir, esperar, sin desesperar.

Con la paciencia de la araña y la mochila dispuesta, ojala.


sábado, 12 de mayo de 2012

Una Princesa de un cuento real. Parte 1

Erase una vez, una niña que soñaba con ser princesa. La niña tenía la piel color caramelo, el cabello castaño lacio y los ojos negros como el pechiche.
 Aquella niña siempre estaba feliz, casi nunca lloró  y creo que puedo relatar a continuación el porqué de tanta felicidad.
Ella vivía en un hermoso pueblo perdido en el tiempo, entre acantilados que bordeaban un agitado mar, y eran testigos diarios de rojos atardeceres.
La niña vivía con sus abuelitos, Olimpia y Santiago, ellos siempre tomados de la mano de ella, con dulzura, siempre juntos, siempre diciéndole a ella como ser una buena niña.
Tenían una casa, donde la brisa marina entraba y salía cuando quería, libre y juguetona,  donde la luz del día se hacía presente en cada ventana apoderándose de todo y al caer la noche la luna aparecía majestuosa con un vestido cubierto de estrellas, nunca se sintió la oscuridad. En esa casa la pequeña niña convivió con el amor, con su esencia.
Sus padres Lenin y Ferminita, venían de lejos a visitarla, cada que llegaba el fin de semana la llenaban de tanto cariño, que había momentos en que la niña se sentía una verdadera princesa, es que ellos siempre supieron hacerle sentir como se trataba a un princesa. Para sus padres la niña era más que eso y se lo recordaban día a día, sin que la niña entendiera que no debía soñar con ser princesa, porque para su familia desde el momento que apareció en sus vidas, la cuidaron como un preciado tesoro.
Llego un momento en que la confusión de la niña era tal, de que creyó tener dos papas y dos mamas, la única diferencia era que unos lucían más jóvenes que otros. Siempre rodeada de abrazos, mimos, sonrisas, sorpresas, siempre envuelta de amor.
La niña tenía una vida feliz, siempre tuvo más de lo que podía pedir.
Cada cumpleaños lo celebraba dos veces, en su casita de pueblo, con sus abuelitos Olimpia y Santiago, y con sus padres que viajaban a acompañarla para hacer una hermosa matine con pastel, muchos dulces y piñata. Pero en un abrir y cerrar de ojos, tenía una celebración en la casa de ciudad de su abuelito Victoriano, el esperaba su llegada sentado en el sillón de su escritorio, con una blanca guayabera y con un ángel detrás que hacía que recordara el amor que su amada esposa Mercedes le había dado en vida. La niña llegaba a comer su pastel encima de aquel gran escritorio a revolver papeles y a jugar con las muñecas de trapo que le regalaban. La pequeña siempre visitaba a su abuelito de ciudad y con el venia más pastel y más pollo, de esos que el sabia cuanto le gustaba a la niña y que siempre tenía que estar sobre la mesa para comer juntos.
Los olores y los sabores siempre fueron parte de la vida de aquella niña, siempre a las 12h30 había un delicioso almuerzo con olor a mar y a las 18h00 estaba el pan de molde caliente sobre la mesa, días con olores a sopa de queso, otros con olor a pie de piña, otros con olor a choclo tierno y unos que otros días con olor a empanadas recién hechas con café.

Princesa Jasmine - Aladdín
La niña siempre salía sonriente en las fotos, pero no era la pose de las fotos simplemente siempre estaba feliz y había muchos culpables por esa felicidad, muchas manos trabajaban día a día por sus sonrisa, por sus carcajadas o por ver una que otra payasada.
Al pasar del tiempo la niña seguía pensando en las princesas de rubios y largos cabellos, los cuentos de hadas y las historias con finales felices donde habían duendes y  elfos, que jugaban con  gatos embrujados, la niña siempre recordaba su cuento favorito cada noche, aquel que se llama gobolino, uno de los motivos por los cuales siempre quiso tener un gato negro con ojos azules y una patita blanca; no era fácil cumplir ese deseo, por la alergia a los gatos de aquella pequeña. Cuando le regalaron su primer perrito al que lo llamaba Punki, se transformo en su compañero de juegos y cuando lo retaban por hacer travesuras de cachorro, ella corria a acariciarlo y a esconderse junto a aquel pequeño ser, que tantas alegrias le brindo. Asi ella pasaba el tiempo siempre soñando, siempre jugando, siempre sonriendo.
Una vez la niña le dijo a su mamá: “Mami, cuando sea grande voy a ser rubia” – su madre confundida le pregunto el motivo y la niña contesto: “Mami, mira este cuento que me lees todas las noches aquí todas las princesas son rubias, yo quiero ser rubia”. Su madre sonrió y le explico que ella era una hermosa niña y que siempre seria su princesa de cabello castaño. Imagino ahora que la niña sonrió también y siguió jugando con sus cuentos y sus muñecas.
Aquella niña feliz, fue creciendo y el tiempo pasó, se hizo mujer pero nunca se hizo rubia, es una hemosa castaña, hasta el día de hoy sigue sintiéndose una princesa, con la piel color caramelo y un largo cabello aunque ya no es lacio como antes.

La mujer en la que se transformo sigue creyendo en los cuentos de hadas y en los finales felices.
Aquella mujer sigue sonriendo igual, que cuando era esa niña, y aunque la vida ha sabido darle lecciones en las cuales aprendió a llorar, cada lágrima pudiera ser una razón para endurecerle el corazón, cada decepción hubiera sido un motivo para dejar de sonreír y dejar de soñar, sin embargo y a pesar de que sus abuelitos ya no están, sigue sintiendo la presencia de ellos en forma de ángeles etéreos que la cuidan y la abrazan cuando esta sola.
Aquella niña que hoy ya es una mujer, siente siempre la luz en la oscuridad cuando sus padres la toman de la mano para guiarla, aquella niña que hoy se sienta a escribir estas letras entre suspiros y sollozos termina este cuento con una sonrisa, porque la vida y los que la aman han sabido regalarle el significado de la felicidad. Aquella felicidad que no es eterna, que es compartida en el tiempo y que se guarda y se toma de los recuerdos nuevos de los sueños viejos y de aquellos sueños que están por venir.

Dedicado a mis PADRES que cuando me toman de la mano, estoy segura de no perderme y por que sin ellos no sería la Mujer que soy. Etérea y complicada, pero casi siempre con una sonrisa.


                                                                      









 Su Princesa,

lunes, 19 de marzo de 2012

El duende de lo perdido.

Dice la leyenda que los duendes esconden objetos y los llevan a un lugar especial donde están las pertenencias perdidas a lo largo de la vida de las personas con las que quieren jugar.
Soy la tierra, soy parte de tu humanidad y hace un tiempo mi duende de lo perdido, me tapo los ojos con una venda de color verde y al son de música celta, se fue bailando lejos, llevándose poco a poco parte de mí ser. Mi lista la conocen aquellos que pueden y quieren recordar:
Se perdieron los suspiros.
Se perdieron los aromas.
Se perdieron las cosquillas.
Se perdieron las miradas al infinito.
Se perdieron las luciérnagas en los ojos.
Se perdieron las melodías.
Se perdieron los secretos al oído.
Se perdieron las palabras del silencio.
Se perdieron los sueños no contados.
Se perdieron los romances.
Se perdieron los amores.
Se perdieron los deseos.
Se perdieron las ganas.
Se perdieron los momentos.
Se perdieron los temblores bajo los pies.
Se perdieron los gustos.
Se perdieron los disgustos.
Se perdieron las conexiones.
Se perdieron las coincidencias.
Se perdieron los caminos.
Se perdieron las utopias.
Se perdieron las fantasias.
Se perdieron las alas.
Se perdieron los juegos.
Se perdieron los recuerdos.
Se perdieron las esencias.
Se perdieron las creencias.
Se perdieron las costumbres.
Se perdieron....

A ti simple mortal será que se te perdió algo a ti también, será que lo encontraste de vuelta en un instante, será que los duendes te lo devolvieron o te siguen jugando a las escondidas o simplemente será que no te has dado cuenta que perdiste algo. Porque no te pones a buscar?
A ti duende de lo perdido si estás leyéndome, puedo decirte que siento tu cansancio, que ya no tienes mas lugar para mis cosas, así que te pido de favor me devuelvas mis pertenencias poco a poco, no hay prisa, no las quiero todas devuelta solo las que necesito, solo las que puedo volver a vivir. La humanidad necesita volver a sentir, necesita volver a abrazar.
A medida que vaya recordando que más se me perdió seguiré reclamando lo perdido. Pero eso si duende que te quede claro que mientras haya un alma que las recuerde las podré recuperar, así que en cualquier momento las espero porque son mías que no se te olvide. Porque la esencia no se pierde, porque aun recuerda la tierra como volar, como sentirse cielo, porque aun hay gente que puede sonreír y mientras alguien conserve la Fe, todo puede cambiar.

domingo, 11 de marzo de 2012

Los Tres

"Erase una vez..." así empiezan cada una de las tres historias cortas de hoy, a las cuales me encantaría poder darles un final feliz, pero no puedo decir mas que cada una me toco el corazón... así que allí les van mis tres tristes y felices tigres sin trigo ni trigal.

Erase una vez, un niño llamado Inti, de casi 6 años, tenia los ojos brillantes como la noche oscura, aunque su nombre en quechua significaba Sol, su cabello era negro y lacio, su piel bronceada del color de la arena de una playa. 
Cuando lo conocí llevaba en su cabeza una iguana bebe que mas bien parecía una lagartija de color verde y usaba sandalias bastante gastadas por su andar. Iba y venia entre la gente preocupada por la farra nocturna de Montañita, mientras el trataba de venderles unas pulseras tejidas a mano y unos cuantos llaveros. 
A toda pareja que veía pasar se les acercaba sin decir una palabra, solo trataba de alcanzarlos con sus manitos, pero sin tocarlos, el no quería molestar... aun siento un nudo enorme en la garganta al recordarlo, no recuerdo si mi novio y yo le compramos algo de lo que vendía, solo recuerdo que nos sentamos a conversar con el pequeño Inti en una vereda, y que nos quedamos a mirar a la gente pasar, nadie nos miro, nadie nos molesto y a nadie le importo esa escena que a nosotros nos marco por el resto de nuestras vidas.
Inti ayudaba a su padre vendiendo las artesanías que el mismo elaboraba, su trabajo era especialmente en la noche y los fines de semana en los que trataba de llamar la atención de los turistas con su verde mascota una iguana que no era mas grande que su mano, captó inmediatamente nuestra atención, con su sencillez y con una mirada de inocencia y alegría incomprensible e imposible de olvidar. 
Un par de años después nos volvimos a encontrar, en otra playa, en otro tiempo, ya no trabajaba solo de noche también de día, iba sin su iguana, pero con las mismas artesanías, sus sandalias eran otras pero esta vez de una talla mas grande y una se había arrancado del uso, eran los mismos ojos llenos de inocencia y alegría por encima de todo, solo que esta vez no tenia mucho tiempo para conversar, iba de apuro, nos saludo aunque tal vez no nos recordó, nos vendió dos pulseras en un dolar, y se fue saltando para evitar arrancar la tira gastada de su sandalia, nos quedamos observándolo, y al parecer me recuerdan que le compramos unas sandalias nuevas, imagino que las agradeció, se fue feliz con tan poco y nada y en un pestañeo desapareció.


Erase una vez, una niña y su madre. La pequeña tendrá unos 7 años y su madre tal vez no pasa de 30, ambas son negras como el ébano, con una sonrisa llena de pureza, que la brindan de una manera amplia, diáfana y que emana una energía que te atrapa, y te llena de luz. A veces me cuesta mucho mirarlas, tienen un aura tan brillante que no puedo describir, y que me hace sonreír, que me hace tener ganas de vivir, de luchar, el solo verlas te hace pensar que se puede vivir muy sencillo e ir con mucha fuerza por la vida, dejando huella en el camino.
Ellas siempre lucen sombreros de paja toquilla para protegerse del fuerte sol de las tardes. Van por las calles del Sur de Guayaquil, día a día caminando y mientras lo hacen van anunciando: "queso de leche - queso de leche", preparan juntas ese dulce, y van con su bandeja llena recorriendo los barrios. 
Si solo las saludas, te contestan con una gran sonrisa y si les compras también sonríen y agradecen de la manera mas gentil y sutil. Cada porción del postre cuesta cincuenta centavos de dolar, y antes de entregarla la bañan con más caramelo liquido, como agradeciendo la compra y entregando la yapa, una palabra que viene del quechua que quiere decir añadido. Puedo expresar que su queso de leche, es realmente delicioso, personalmente me sabe a gloria, y aunque las veo solo a veces, siempre puedo comer un dulce mas.
Siempre observo que la pequeña niña va a unos pasos mas adelante de su madre, como diciéndole sin palabras y en un lenguaje que pocos entenderían: "vamos mamita ya falta poco para ver el fondo blanco de la bandeja, porque ya se han acabado los dulces y podemos regresar a casa a descansar."


Erase una vez, un niño de 3 años que acompaño un día normal a su madre al trabajo. Ella trabajaba en un Salón de belleza, siempre es muy atenta con las clientas, siempre amable y muy diligente. Ese día estaba apurada eran las 19h00 ya se había puesto el sol, por lo tanto el niño estaba inquieto, aunque a ratos jugaba con dos carritos pequeños y el niño se distraía un poco. Al rato entraba una mujer con su madre, la cliente quería que le peinen el cabello, ella también estaba apurada porque tenia una fiesta, así que inmediatamente la atendieron. Mientras le lavaban el cabello, el niño preguntaba a su mamá: "Mami ya es de noche, ¿porque seguimos aquí?  
La madre de la cliente le indicaba a su hija que el reloj biológico del pequeño le hacia saber que ya deberían estar en casa, pero seguían en ese lugar que el no comprendía bien y que su mama llamaba trabajo.
Cuando empezaron a peinar a la mujer, el niño la observaba y desde su pequeño mundo alzaba la carita y la contemplaba sin decir palabra alguna, a veces lloraba y su madre trataba de consolarlo, sin dejar de peinar a la mujer, y otras veces recordaba que tenia sus dos carritos para jugar y se distraía nuevamente. Cuando ya estaba casi terminado el peinado el niño se acerco y toco el largo cabello de la mujer, a lo que su madre mientras la peinaba le indico: "Mijo no la despeines ella es una princesa, no le jales el cabello por favor..." y el niño respondió: "mami ya esta bonita ella, verdad que ella es la ultima y ya nos vamos?
Aquella mujer que estaban peinando oculto las lagrimas que rodaron por sus mejillas... 

Aquella mujer era yo, me olvide del tiempo y recordé que mi apuro era por algo irrelevante una fiesta que no era nada mas que una tontería y mire al pequeño, me senté a jugar con el, al tiempo que mi mama le decía "ya se va a tomar un helado ya no llore", y le entregaba unas monedas para su alcancía y el suspiraba y sacaba una sonrisa, mientras su madre lograba pedir el permiso de la jefa para poder salir temprano, cuando ya eran las 20h00.
Ese día mi madre y su instinto maternal entendieron perfectamente, lo que esa madre trabajadora estaba pasando con su pequeño, a esas tres mujeres con vidas y caminos distintos ese niño les toco el corazón.


Esos son mis tres tristes y felices tigres, que sin trigo ni trigal van por la vida, que en realidad son niños con alas de ángeles, tocando corazones ajenos y que aunque me gustaría ser una princesa para entregarles mi reino en sus manos, no lo soy, yo solo soy una simple mortal que se inclina y agradece cada uno de esos encuentros y que espero no olvidar jamas, mientras tanto termino de escribir estas historias con una media sonrisa, algunas lagrimas y mas nudos en la garganta de los que pueda contar en un cuento de nunca acabar. 



Inti - 2008







martes, 7 de febrero de 2012

Una cita con el Diablo

Tuve la oportunidad de tener una encuentro con el Diablo y no me di cuenta cuando empece a salir con el del brazo. Fue tarde cuando logre ver que, de aquellos encuentros casuales, acepte la cita que el esperaba y que yo había postergado tantas veces.

Casi siempre estuvo disfrazado, tan galante y paciente que esperó la mas pequeña oportunidad para abordarme, hasta que finalmente me puse a conversar con el. Desde aquella charla nunca sentí culpa, creo mi conciencia me abandonaba en esos instantes de consejos y de caminos distintos que pasaban tan lentamente en frente de mi vida.

En la primera cita fue muy sutil y me tomo por sorpresa, estaba preparada para todo, pero el solo estaba estudiando cada uno de mis pasos, las respuestas a mis preguntas ya las conocía, y así fue como me deje llevar entre sus suspiros de azufre y miel, y me guió por una senda en que su oscura sabiduría me hacia sentir iluminada.

En algunas citas se me acercaba mas que otras, a veces le permití susurrarme al oído y otras me cantó de tal manera que terminé bailando un vals al ritmo de sus consejos.

Me deje tanto llevar por su encanto, que fui perdiendo lentamente el mio, deje de brillar, deje de amar y empece a odiar no una vez, no dos veces, varias y miles de veces, el odio me carcomía, me senté al borde del abismo a esperar caerme y desvanecerme de este mundo para irme con ese ángel hermoso, porque su oscuridad te envuelve y te apresa.

Te lleva por el camino de las dudas, del misterio de la incertidumbre, donde la culpa se la hechas a otro y el perdón no existe, no recuerdas el significado de la humildad, y la perfección es la eterna convicción. En ese camino de dulces aromas tentadores, te envuelves entre espinas que no sientes pero lastiman a todo ser que quiera estar a tu lado, para que cuando te digan que vas por la dirección equivocada, termines lastimando al comedido.

Me senté a conversar tantas veces con el Diablo, y le hice tantas preguntas y me dio todas las respuestas, lo conozco tanto que estoy segura que también te sentaste a conversar con el alguna vez y te sientes igual de vacío, porque esas palabras que tu no sientes y esas respuestas que susurró en tu oído se las diste a alguien mas, quien sabe si no te diste cuenta y no era una conversación de a dos y se transformo en un grupo decadente donde el único que disfruta y sonríe ese ese demonio que ahora es parte de ti y de mi y que nos desgarra el alma lentamente a los dos, a todos.

Me duele cada conversación con el demonio, ya no me hace bien... voy a tratar de darle la espalda una vez mas.

Como me dijo hoy una amiga "aqui todos estamos llamados a la Santidad, a luchar todos los dias con la miseria que somos.. pero de eso se trata de LUCHAR"

San Miguel Arcangel

domingo, 29 de enero de 2012

Mi Desierto Espiritual

El Desierto Espiritual, conocido también como "Noche Oscura", así lo bautizo San Juan de la Cruz  y lo vivió por 30 años Santa Madre Teresa, me lo explico brevemente una aspirante a Misionera de Lazos de Amor Mariano, luego de haberle contando mis dudas sobre el Amor de Dios, en una conversación muy informal que tuvimos hace un par de días, fue difícil explicarle lo que sentía, porque ella es lo que una vez pensé que pudiera ser la herramienta que utilizan los ángeles para tomar las decisiones correctas, me hizo vivir una verdadera experiencia religiosa en un retiro, muy diferente a los que yo pudiera haber asistido.
Sin embargo, estuve tan egoísta y pretenciosa que pude decirle que el retiro pudo ser una manipulación psicológica de la psiquis del ser humano, ni siquiera se bien lo que es pero fue lo primero que se me ocurrió como respuesta científica, como una explicación mas comprensible a lo que no entiendo.... lo peor es que  era la segunda vez que pronunciaba esa respuesta, esas palabras. Que gran respuesta, que maldita respuesta, esa fue la respuesta de alguien que fue criada en medio de oraciones y rosarios, en medio de las Hermanas de la Tercera Orden Franciscana, alguien que sus primeros rezos fueron aprendidos de parte de una de las mujeres mas espirituales que pudo tocarle como abuelita, ella tan creyente siempre fiel a su Fe, siempre tan cercana a lo que yo pudiera identificar como Santa.
Así fue mi teoría terrenal, donde todo lo etéreo que predico lo tire al piso.
Si personas tan espirituales y Santas, pueden sentir la ausencia de Dios y sufrir por dudas de Fe, porque no alguien que puede ser el punto 1.565.714 sobre este mundo perdido, porque no puede pasarlo alguien como yo, alguien cuya Fe esta siendo probada día a día, alguien que ya no sabe si las decisiones tomadas están del lado del bien o del mal, alguien que se quiere dejar atrapar de lo visible, alguien que con fuerza se esta alejando de lo intangible, alguien que ya lo esencial no le importa, alguien a quien le cuestan mares de lava en los ojos escribir este post, alguien tan simple y complicada como yo.
No se cuantas Noches Oscuras, tendrán que pasar por mi vida, es una cifra que no puedo calcular, ni con el mejor programa econometrico, solo se que estoy tratando de mantenerme y no perderme y también se que existen mis propios ángeles terrestres, comúnmente llamados Mamina y Papi, que con un abrazo y con un grito de amor me pueden hacer rectificar y que también existe alguien allá arriba que me toca el corazón y el alma cuando se lo permito y cuando mas lo necesito, por eso aquí estoy de rodillas de nuevo como siempre Totus Tuus Mater. 

martes, 3 de enero de 2012

Al Tiempo


Tiempo ¿por qué vas muy sobrado?
Te me estas gastando mucho
Quiero verte demorado
No quiero detenerte, solo quiero sentirte
Te me escapas de las manos
Quiero usarte…
Quiero tenerte…
Quiero poseerte…
Tiempo no me digas egoísta, solo quiero disfrutarte
Tiempo y si te pido que fluyas lentamente
Regálame más de una mañana que pueda sentir,
Bríndame más de una noche para disfrutar,
Porque no quiero contar horas, no quiero despojos de minutos muertos
Y no quiero más de 24 horas
Solo quiero aprender a vivir en el tiempo que me toco estar.



“Todos somos aficionados. La vida es tan corta que no da para más…” Charles Chaplin