domingo, 4 de agosto de 2013

Y mi simbiosis?



Hace poco tuve una conversación extraña con una amiga, (querida Laste voy a resumir nuestra tertulia y todo el revuelo que ocasiono en mi cabeza). Todo empezó con el significado de una palabra acuñada por un científico alemán  Anton de Bary en 1873 el termino botánico es SIMBIOSIS.
Y se dio luego de escuchar varias veces una canción, que nos gusto por casualidad a ambas mientras se repetía en mi playlist, fue varias veces dedicada sin sentido o con el: "Mi Caramelo de Bersuit Vergarabat"
Según nuestra charla la simbiosis era la relación benéfica que tienen dos microorganismos entre ellos, no estábamos lejos del concepto, ya que luego lo buscamos en Wikipedia, pero que fácil fue profundizarlo y exagerarlo hasta transformar los microorganismos en monos, perros, pajaritos, pulgas, elefantes y hasta personas.
La primera relación de simbiosis surgió entre un gatito y un monito. El gatito tenía pulgas y el monito se comía las pulgas del gatito, ambos eran felices y se beneficiaban uno del otro, felices los dos. Creo que es posible que incluso las pulgas fueran felices ya que ellas vivían comiendo del gatito antes de morir haciendo feliz al monito.
La segunda relación  de simbiosis la observe en Discovery Channel con los elefantes en África, pues los elefantes también tienen pulgas, y existen unos pajaritos que se le comen las pulgas a los elefantes y tremendo alivio para los elefantes, que no tienen como rascarse las pulgas, y en ese momento de posible acicalamiento, se produce la felicidad entre estos elefantes y los pajaritos, ya que ambos se benefician mutuamente y de una manera muy natural sin pedir ni mas, ni menos. Seguramente las pulgas también vivían plenamente su felicidad antes de ir directo a su destino final haciendo felices a los pajaritos, y liberando a los elefantes de la tortura.
Luego de estos dos ejemplos me puse a pensar que lindo seria una relación "simbiotica" entre las parejas, porque esto de la simbiosis de los microorganismos, me deja filosofando mas de una tontería, que va mas allá de los conceptos de ganar - ganar, tan en boga en estos momentos y que lastimosamente son también, muy pocas veces utilizados, porque es muy difícil poner nuestros intereses debajo de los del otro. Difícil pero no imposible, si se quiere se puede, todo se puede, o eso dicen los que saben.
Sin pensar en los amores pasados, ni actuales, ni futuros, ni en detalles, solo puedo pensar en que me encantaría tener esa relación de simbiosis, tan sencilla, tan natural y tan benéfica como la de los microorganismos, los gatitos, los monos, los elefantes y los pajaritos de mi tertulia.
Y es donde como mujer me pregunto que me falta, será que me faltan las pulgas, para poder alcanzar ese tipo de extraña felicidad que tal vez la conocí en forma de espejismo o ilusión en algún sueño.
Pero lo que tengo en vez de pulgas son miles de defectos, pecados, orgullos, niñerias y una que otra virtud. 
Y descubrí que lo que me falta son las pulgas o encontrar a alguien con pulgas, pero lo que le digo a mi microorganismo simbionte si alguna vez me lee, es que estoy dispuesta a comerme sus pulgas y a dejar que se coma las mías, aunque estas vivan comiéndose un corazón parchado más de una vez.
Eso si con toda seguridad le envío un mensaje en morse code a Cupido de las pulgas, o me dejas de mandar flechas con fallas técnicas, como leí por allí, o me envías unas buenas pulgas, para mejorar las mías, que tal parece eso es lo que me falta.

Hace tiempo que estoy buscando mi verdadero yo... pero y donde esta mi simbiosis?



Qué linda que estás, 
sos un caramelo te veo en el recreo y me vuelvo loco, 
todas las cosas que me gustan,
tienen tu cara 
y espero los asaltos,
así juego a la botellita con vos, 
mi bomboncito
Qué excitante que estás, 
tendrías que saberlo, 
esa cola es la manzana más buscada,
y esos senos el alimento de mi creación, 
quisiera arrancarte un día
y morirme en un telo con vos, 
o quizás en un auto. 
Han pasado cinco años,
asumiste las cosas
hace tiempo que estoy buscando mi verdadero yo,
hay una especie de simbiosis,
lo dijo mi psicóloga
haría bien a la terapia 
alejarme un tiempo
(unos setenta años) 
Cómo estás querida
tengo esposa e hijos,
de vez en cuando hablo con ella
y hasta hago el amor, 
no es que quiera molestarte,
pero me es imprescindible 
sentarme en un café,
y soñar un poco
y tal vez amarnos
Y ha pasado mi hora,
quién robo mis años,
cambio a toda esta familia
por un segundo con vos, 
si te veo ahora,
aunque termine en un hospicio,
tomo una botella
y juego a la botellita con vos...

Concepto de Simbiosis según Wikipedia.
El término simbiosis (del griego: σύν, syn, ‘con’; y βίωσις, biosis, ‘vivir’) es una forma de interacción biológica que hace referencia a la relación estrecha y persistente entre organismos de distintas especies. A los organismos involucrados se les denomina simbiontes.
El botánico alemán Anton de Bary en 1873 (o 1879, según autores) acuñó el término simbiosis para describir la estrecha relación de organismos de diferente tipo. Concretamente la definió como «la vida en conjunción de dos organismos disímiles, normalmente en íntima asociación, y por lo general con efectos benéficos para al menos uno de ellos».1 La definición de simbiosis se encuentra sometida a debate, y el término ha sido aplicado a un amplio rango de interacciones biológicas. Otras fuentes la definen de forma más estrecha, como aquellas relaciones persistentes en las cuales ambos organismos obtienen beneficios, en cuyo caso sería sinónimo de mutualismo.2
La simbiosis suele identificarse con las relaciones simbióticas mutualistas, que son aquellas en las que todos los simbiontes salen beneficiados. Por analogía, en sociología, puede referirse a sociedades y colectivos basados en la colectividad y la solidaridad.